1940. De cara a la ciudad. Burgos desde San Pedro y San Felices (Marceliano Santa María)
"Marceliano Santa María está pintando; lo que pinta Marceliano Santa María es un paisaje; el paisaje que pinta Marceliano Santa María es un paisaje de su tierra de Burgos. Quisiéramos dar a estas líneas el ritmo, no externo, sino interior, de un viejo romance. Y nada cuadraría mejor a la índole de nuestro pintor que este género de literatura. Al pronunciar, como un conjuro el nombre de Burgos, sentimos que se abren ante nosotros perspectivas ilimitadas: el aire de Burgos es fino, el paisaje, sobrio; las olmedas que circuyen la ciudad, umbrosas."Una mujer joven, sentada sobre la tierra roja de los alfareros, con el cabello muy corto, de negro, enlutada tal vez; mira hacia la ciudad de Burgos desde el barrio extramuros de San Pedro y San Felices. Cerca, adivinamos el duro trabajo, apenas unas pinceladas, tras la montaña de dorado grano, la parva sí, en la era. En un alto, se alza la iglesia del barrio, con sus vigorosos contrafuertes, la misma que pintó el dibujante minucioso del Civitates Orbis Terrarum. Más allá, la arboleda cierra el paisaje rural y se abre el urbano: la cabeza de Castilla, con la grisácea catedral que se impone sobre el caserío y el pelado cerro. Es un cuadro de Marceliano Santa María.
Azorín escribió en La cabeza de Castilla:
Azorín escribió en La cabeza de Castilla:
Marceliano Santa María
"Pocos pintores como éste habrán logrado adscribir un pedazo de tierra española a su persona...El espíritu de Burgos está en sus cuadros...
Ante un paisaje de Marceliano Santa María nuestros pensamientos son varios: pensamos en toda una dilatada vida de fervor y pensamos en la continuidad del esfuerzo...¿es que el límpido cielo de Burgos, el aire sutilísimo, la tierra jocunda, el boscaje oscuro de los olmos, no habrán confortado a Marceliano Santa María para continuar en su tarea con fe en sí mismo? ¿Y esta serenidad que ahora tiene Santa María después de haber pintado tanto, ¿no se la debe también a la alta y serena tierra de Burgos?...1943"
Después de leer a Azorín, subo las empinadas escaleras del Arco de Santa María porque su Sala de Exposiciones me ofrece "Marceliano Santa María. Un paseo por la provincia", del 7 de julio al 3 de septiembre de 2017.
Paseo y apunto impresiones:
1949. Término de Villacienzo. (Marceliano Santa María)
Las nubes amenazan y el pueblo, a lo lejos, se confunde con la tierra. A recoger rastrojos.
El esfuerzo de hombres y animales para acrecentar la parva de los granos de oro.
1952. Villatoro. (Marceliano Santa María)
1946. "Sólo el agua conserva su caudal". Molino de Capiscol. (Marceliano Santa María)
El voluble río Vena pasa azul, y sin protección, frente a la iglesia de San Lesmes, donde el santo francés lee su eterno libro de piedra.
1951. Alrededores de San Lesmes. Burgos. (Marceliano Santa María)
El molino de Olmosalbos se mira, coqueto, en el agua. Marrones y verdes, arriba y abajo. ¿Qué arboles son más de verdad, los de fuera o los de dentro del Arlanzón?
1943. Salcedo del Arlanzón, (Marceliano Santa María)
Bien conoce el agua el esfuerzo de las lavanderas.
1943. Lavandero de Cortes. (Marceliano Santa María)
Rincón de La Ventilla. (Marceliano Santa María)
1945. San Medel. (Marceliano Santa María)
"Marceliano Santa María está pintando; lo que pinta Marceliano Santa María es un paisaje; el paisaje que pinta Marceliano Santa María es un paisaje de su tierra de Burgos."
Hay más cuadros, seguramente Azorín no conoció tantos. Permitamos que se nos abran "perspectivas ilimitadas", en torno a la vida de los pueblecitos castellanos, en aquellos dificilísimos años cuarenta y cincuenta del siglo pasado.
Y desde "la altiplanicie burgalesa", Azorín completa su visión:
"...ante un paisaje de Marceliano, hago la síntesis de toda España, varia en sus elementos, paisajes clásicos y paisajes románticos, y una en su espíritu."
Un abrazo de María Ángeles Merino Moya
Textos en rojo tomados de: La cabeza de Castilla, Azorín, editorial Espasa Calpe, colección Austral, segunda edición, 1967. Capítulo V, páginas 55, 56 y 57.
Textos en rojo tomados de: La cabeza de Castilla, Azorín, editorial Espasa Calpe, colección Austral, segunda edición, 1967. Capítulo V, páginas 55, 56 y 57.